“Nadie diría que este hombre de vida ordinaria y aburrida es el autor de una de las obras poéticas más singulares del siglo XX. Cuando se le pidió una reseña biográfica para presentar su obra, el poeta modernista estadounidense Wallace Stevens se negó a escribirla. Creía profundamente que la poesía no es personal y que la voz que estaba detrás de sus poemas era en realidad la voz de un Otro. Alguien, a lo lejos, observa las casas idénticas en los suburbios solitarios de Estados Unidos. En la ciudad del dinero, ayer y hoy, una multitud camina sin descanso. Voces sin rostro leen fragmentos de las cartas del poeta. Un pájaro de plumas doradas canta una canción”.

[+ info]